La literatura Vedica explica que las almas pueden habitar cualquiera de las millones de formas de vida que existen incluyendo acuáticos, plantas, insectos, reptiles, aves, etc. además de seres humanos. Al momento de la muerte dejamos un cuerpo para entrar en otro, este proceso es conocido como reencarnación.
El concepto de reencarnación no es tan ajeno como podría parecer. Podemos observar que cambiamos de un cuerpo en este mismo ciclo de vida. El cuerpo en el nacimiento es completamente diferente del cuerpo adulto. Aún así através de todos los estadios de estos cambios, la persona permanece conciente de su identidad. Del mismo modo, la conciencia permanece la misma de un cuerpo al siguiente en el ciclo de reencarnación.
Nuestro cuerpo presente es el resultado de una larga serie de acciones y reacciones en vidas previas. La ley que gobierna este proceso es conocido como ley del karma; cada acción tiene reacción. Nuestras acciones previas han diseñado nuestro cuerpo presente y nuestras acciones actuales determinaran nuestro próximo cuerpo.
Krishna, através de Su agente, la naturaleza material, provee de todos estos tipos de cuerpos en respuesta a nuestro deseo de disfrutar en el mundo material.
Además, todas las especies de la vida también comparten las miserias del mundo material. Para el alma eterna, moverse de un cuerpo a otro significa experimentar toda de imaginable de sufrimiento. Sólo en la forma humana puede uno liberarse del círculo vicioso de reencarnación — restableciendo nuestra relación eterna amorosa con Krishna.