La Suprema Personalidad de Dios, en Su faceta de tiempo eterno, está presente en el mundo material y es neutral con todos. Nadie es Su aliado, ni nadie es Su enemigo. Bajo la jurisdicción del elemento tiempo, todos disfrutan o sufren el resultado de su propio karma, es decir, de sus actividades fruitivas. Tal como el viento lleva por el aire pequeñas partículas de polvo, nuestro karma individual nos trae el disfrute y el sufrimiento de la vida material.
--Srimad-Bhagavatam 4.11.20